La receta de mejillones en salsa brava es muy fácil de preparar y es una excelente opción para una cena rápida y deliciosa. Puedes servirlos como un aperitivo o como un plato principal, acompañados de pan crujiente para mojar en la salsa. Además, los mejillones son una fuente excelente de proteínas y minerales, por lo que son una opción saludable y deliciosa para cualquier ocasión. ¡Espero que disfruten de esta receta tanto como yo!
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INGREDIENTES
450 gr de mejillones congelados cocidos en su propio jugo
1 cebolla mediana picadita
2 dientes de ajo picaditos
200 gr de tomate frito
200 ml de vino blanco
1 cucharadita de pimentón picante
1 cucharadita de pimentón dulce (no picante)
2 guindillas pequeñas de cayena
2 hojas de laurel
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Cómo hacer mejillones en salsa brava (picante)
RECETA PASO A PASO
- Colocamos los mejillones congelados (o frescos y limpios) en una cazuela. Agregamos un vaso de vino blanco y dos hojas de laurel, y tapamos la cazuela.
- Cocinamos los mejillones durante unos 5 minutos, hasta que se abran todos. Luego, los retiramos de la cazuela con una espumadera
- Una vez apartados dejaremos que el jugo de los mejillones y el vino blanco reduzca durante unos 5 minutos.
- Mientras tanto retiramos la concha superior de los mejillones y reservamos la concha con carne.
- Cuando el jugo ya esté reducido lo colamos para evitar las posibles piedras y arenillas y reservamos para la salsa.
- Para hacer la salsa, en la misma cacerola añadimos un chorro de aceite de oliva, y cuando tome temperatura añadimos la cebolla y el ajo picado y rehogamos.
- Cuando la cebolla se haya pochado, agregamos las guindillas y una pizca de sal. Rehogamos durante uno o dos minutos más.
- Añadimos el pimentón y sofreímos hasta que la cebolla esté impregnada del pimentón.
- Agregamos el tomate frito y mezclamos bien. Entonces vertemos el jugo de los mejillones y mezclamos de nuevo
- Añadimos la carne de los mejillones con su concha de base y tapamos la cazuela. Cocina durante 5 minutos a fuego medio-alto.
- ¡Listo para servir!
Algunos trucos y consejos:
- Si usas mejillones frescos, asegúrate de limpiarlos bien antes de cocinarlos. Para ello, colócalos en agua fría con un poco de sal durante unos 30 minutos antes de cocinarlos para que suelten cualquier resto de arena que puedan tener.
- Para evitar que los mejillones queden gomosos o duros, es importante no cocinarlos en exceso. Una vez que se abran, retíralos del fuego para que no se sobrecocinen.
