
Si te gusta la comida sana y ligera, este pisto de calabacín es perfecto para ti. No solo es fácil de preparar, sino que también es una opción perfecta para aquellos días en los que no tienes mucho tiempo para cocinar. Además, es una receta muy versátil que puedes adaptar a tus gustos y necesidades. ¿Quieres darle un toque picante? Añade unas guindillas. ¿Prefieres que sea más contundente? Añade unos huevos y tendrás un plato completo y nutritivo.
Así que ya sabes, si quieres disfrutar de un plato sabroso y saludable, no te pierdas esta deliciosa receta de pisto de calabacín. ¡Manos a la obra!
INGREDIENTES
3 patatas mediana
1 pimiento morrón rojo
1/2 calabacín
1/2 cebolla
Tomate frito
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Receta de pisto de calabacín casero
RECETA PASO A PASO
- Primero, cortamos las patatas en daditos. El tamaño depende del gusto de cada uno. Nosotros las hemos cortado de tamaño medio.
- Cortamos también los pimientos en cuadraditos y una vez troceados los mezclamos con las patatas.
- Echamos abundante aceite en una sartén y cuando este caliente volcamos las patatas y el pimiento troceado y lo dejamos friendo.
- Vamos removiendo las patatas para que se hagan por todos los lados.
- Mientras tanto, cortamos la cebolla en trocitos pequeños.
- El calabacín lo cortamos en dados grandes, ya que pierde mucha agua y tamaño cuando se cocina.
- Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite de oliva y cuando esté caliente, añadimos la cebolla y la rehogamos un poco.
- Echamos el calabacín y removemos de vez en cuando.
- Cuando las patatas estén fritas, las escurrimos con una espumadera y las echamos a la cazuela cuando el calabacín esté pochado.
- Echamos sal y removemos.
- Por último, añadimos tomate frito al gusto y mezclamos.
- Calentamos un par de minutos y ya está listo para servir.
Vídeo receta de cómo hacer pisto de calabacín
Datos curiosos
¿Sabías que el pisto es uno de los platos más antiguos de la cocina española? Se dice que su origen se remonta a la época de la Reconquista, cuando los soldados árabes introdujeron el pimiento y la berenjena en la Península Ibérica. Desde entonces, el pisto se ha convertido en un plato típico de la cocina española que ha conquistado el paladar de millones de personas en todo el mundo.